
Una suave brisa recorría la árida llanura.Una noche de luna llena había caído sobre la yerma comarca del norte de Italia. Una zona muy golpeada por la pertinaz sequía de los últimos años, donde una mísera aldea apenas sobrevivía, formada por unas pocas casas de labriegos y un pequeño convento de ascéticos franciscanos.Uno de los labriegos, un viejo al que todos llamaban loco por tratar de sembrar en las llanuras al norte de la aldea, había ido contando una historia sobre cajas enterradas y figuras...